El cáncer de la región maxilofacial es uno de los más comunes del cuerpo humano, siendo la 5ª localización en frecuencia. Se presenta en forma de tumores que pueden aparecer en la cara, el cuello y la cavidad oral. El cáncer de boca tiene un buen pronóstico y puede curarse siempre que se realice un diagnóstico y un tratamiento precoz.
- Los hombres de más de 40 años.
- Los más expuestos a los factores irritativos que lo favorecen (tabaco, alcohol, etc.).
- Los que tienen algún signo o síntoma de alerta.
- Sangrado anormal en algún lugar de la boca y dificultades para deglutir (tragar los alimentos), masticar o hablar.
- Dolor, hormigueos o sequedad de boca sin causa aparente.
- Heridas que no curan correctamente.
- Infecciones persistentes en la boca.
- Manchas de color blanco, rojas o negras en la boca.
- Presencia de dureza, de bulto o hinchazón en la boca, la cara y/o en el cuello.
- Úlceras en cualquier lugar de la boca que no curan en 15 días.
Estos signos o síntomas pueden ser una alerta. Probablemente se tratará de un problema menor, pero también puede ser el aviso de una lesión premaligna. Explórate la boca una vez al mes y en caso de descubrir alguna lesión sospechosa que no cure o mejore claramente en 2 semanas, consulta con un especialista.

¿En qué consiste la cirugía oncológica y reconstructiva?
La cirugía oncológica y reconstructiva es una especialidad compleja que tiene como objetivo principal extirpar los tumores malignos de la región oral y maxilofacial, y posteriormente reconstruir los tejidos afectados para restablecer tanto la funcionalidad como la estética del rostro del paciente.
El tratamiento quirúrgico no solo busca eliminar el cáncer, sino también garantizar una buena calidad de vida tras la intervención. Por ello, el enfoque debe ser integral, combinando la cirugía oncológica con técnicas avanzadas de reconstrucción facial.
¿Qué tipos de cáncer trata esta cirugía?
La cirugía oncológica maxilofacial aborda diversos tipos de tumores, entre los que se encuentran:
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Carcinoma oral de células escamosas: el más frecuente en la cavidad oral.
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Tumores de glándulas salivales.
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Cáncer de lengua, encías, paladar o suelo de la boca.
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Tumores óseos en mandíbula o maxilar superior.
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Melanomas o sarcomas en tejidos blandos de la cara o cuello.
Cada uno de estos tumores requiere un enfoque quirúrgico personalizado, en función de su localización, tamaño y extensión.

Reconstrucción facial tras la extirpación del tumor
Después de la extirpación del tumor, se lleva a cabo la fase reconstructiva. Esta parte es esencial para que el paciente pueda recuperar funciones como el habla, la deglución o la masticación, y también para minimizar el impacto visual de la cirugía.
En función del caso, se puede optar por distintas técnicas de reconstrucción:
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Injertos de piel o mucosa.
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Colgajos locales o regionales.
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Colgajos microquirúrgicos libres: tejidos trasladados desde otras partes del cuerpo, como el antebrazo, el muslo o la escápula, conectados mediante microcirugía.
El objetivo de la reconstrucción es que el paciente recupere su imagen facial lo más fiel posible a la original, manteniendo una correcta funcionalidad bucofacial.
Importancia del diagnóstico precoz
Una detección a tiempo marca una gran diferencia en el pronóstico del cáncer oral. En estadios iniciales, la cirugía puede ser mucho menos agresiva y con mejores resultados funcionales y estéticos. Por eso es fundamental acudir al especialista ante cualquier síntoma persistente o anómalo en la boca, la lengua o el cuello.
Además, las revisiones periódicas con el dentista o el cirujano maxilofacial permiten identificar lesiones premalignas que, si se tratan a tiempo, pueden evitar el desarrollo del cáncer.
¿Qué especialista realiza este tipo de intervención?
La cirugía oncológica y reconstructiva en la región maxilofacial es llevada a cabo por cirujanos orales y maxilofaciales, especialistas con formación específica tanto en medicina como en cirugía reconstructiva facial. Son los profesionales más indicados para tratar este tipo de cánceres, ya que conocen en profundidad la anatomía facial y las técnicas reconstructivas más avanzadas.
Seguimiento y recuperación
Tras la cirugía, el seguimiento por parte del equipo médico es esencial. Se evalúa tanto la recuperación funcional como la evolución oncológica del paciente. En algunos casos, puede ser necesario complementar la cirugía con otros tratamientos como:
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Radioterapia.
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Quimioterapia.
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Terapias dirigidas o inmunoterapia, según el tipo de tumor.
El proceso de recuperación también puede incluir rehabilitación funcional, logopedia o fisioterapia, en función de las secuelas funcionales.
Prevención: ¿cómo reducir el riesgo?
Existen ciertos hábitos que ayudan a reducir el riesgo de desarrollar cáncer oral:
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Evitar el tabaco en todas sus formas.
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Limitar el consumo de alcohol.
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Mantener una buena higiene oral.
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Acudir a revisiones periódicas.
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Protegerse del sol (en caso de lesiones labiales).
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Adoptar una dieta rica en frutas y verduras, que aportan antioxidantes y fortalecen el sistema inmune.
Conclusión
La cirugía oncológica y reconstructiva desempeña un papel fundamental en el tratamiento del cáncer oral y maxilofacial. Gracias a los avances en diagnóstico precoz, técnicas quirúrgicas y reconstrucción, cada vez son más los pacientes que superan la enfermedad y recuperan su calidad de vida. Ante cualquier sospecha o lesión persistente en la boca, no dudes en consultar con un especialista.
