La glándula parótida inflamada puede parecer una afección menor, pero en realidad puede ocultar patologías complejas que requieren atención médica especializada. Esta inflamación no solo puede provocar dolor y molestias al masticar o tragar, sino que también puede ser indicativa de infecciones, obstrucciones o incluso lesiones tumorales. En Orthofacial, somos referentes de la Patología de las glándulas salivales, el abordaje de estas alteraciones se realiza de forma integral, combinando diagnóstico preciso y tratamientos quirúrgicos mínimamente invasivos.
¿Qué es la glándula parótida y por qué se inflama?
La glándula parótida es la mayor de las glándulas salivales. Se encuentra a ambos lados de la cara, justo delante y por debajo de cada oreja, y su función principal es producir saliva para facilitar la digestión y mantener la salud bucal.
Cuando hablamos de una glándula parótida inflamada, nos referimos a un aumento de tamaño, acompañado o no de dolor, enrojecimiento y dificultad para mover la mandíbula. Las causas de esta inflamación pueden ser múltiples, y por eso es crucial realizar un diagnóstico diferencial adecuado.
Causas más frecuentes de inflamación de la glándula parótida
En Orthofacial, los especialistas en patología de las glándulas salivales distinguen entre causas infecciosas, obstructivas, autoinmunes y tumorales. A continuación, repasamos las más comunes:
Parotiditis infecciosa
La causa más habitual es de origen viral, como en el caso de las paperas (virus de la parotiditis), aunque también puede deberse a infecciones bacterianas, especialmente en pacientes con mala higiene oral o inmunodeprimidos.
Síntomas: Dolor intenso, fiebre, secreción purulenta en el conducto de Stenon y enrojecimiento de la piel en la zona.
Sialolitiasis (cálculos salivales)
La formación de cálculos en la glándula parótida puede obstruir el flujo salival, provocando inflamación, especialmente al comer. Esta obstrucción intermitente genera dolor y tumefacción que puede ceder entre comidas.
Trastornos autoinmunes
Enfermedades como el Síndrome de Sjögren provocan una inflamación crónica de las glándulas salivales. En estos casos, además de inflamación, se observa sequedad bucal y ocular.
Tumores benignos y malignos
Aunque menos frecuente, la presencia de un tumor en la glándula parótida puede manifestarse como una inflamación persistente, indolora y progresiva. Los adenomas pleomorfos son los más comunes entre los tumores benignos. En caso de sospecha, es indispensable un estudio detallado con pruebas de imagen y, si procede, biopsia.
¿Cómo se diagnostica una glándula parótida inflamada?
El diagnóstico debe ser individualizado y multidisciplinar. En Orthofacial, el estudio comienza con una exploración clínica minuciosa, complementada con pruebas diagnósticas avanzadas:
- Ecografía salival: Técnica no invasiva para visualizar lesiones, quistes, abscesos o cálculos.
- Resonancia magnética y TAC: Útiles en casos de tumoración o sospecha de afectación profunda.
- Sialografía: Técnica de contraste que permite visualizar el sistema ductal salival.
- PAAF (punción-aspiración con aguja fina): Indicada ante masas sospechosas, para estudio citológico.
Tratamientos especializados para la inflamación parotídea
El tratamiento dependerá directamente de la causa subyacente:
Parotiditis infecciosa
El manejo incluye antibióticos, hidratación, analgésicos y medidas de soporte. En casos graves, puede requerirse drenaje quirúrgico del absceso.
Cálculos salivales
La eliminación de cálculos en la glándula parótida puede hacerse mediante sialoendoscopia, una técnica mínimamente invasiva que se realiza en centros especializados como Orthofacial.
Enfermedades autoinmunes
Se indican inmunomoduladores y tratamiento sintomático de la sequedad bucal. Es fundamental el seguimiento conjunto con reumatología.
Tumores parotídeos
En caso de tumoración, el tratamiento de elección es quirúrgico mediante una parotidectomía parcial o total, preservando, cuando es posible, el nervio facial. En Orthofacial, se realiza este tipo de intervención con técnicas avanzadas, utilizando monitorización intraoperatoria del nervio facial para evitar complicaciones.
¿Cuándo acudir al especialista?
No todas las inflamaciones de la glándula parótida son motivo de urgencia, pero sí requieren evaluación médica cuando:
- La inflamación persiste más de 7 días.
- Se acompaña de fiebre o secreción purulenta.
- Hay dolor al masticar o tragar.
- Aparece una masa dura o de crecimiento progresivo.
- Se presenta dificultad para mover la cara o parálisis facial.
El equipo de Orthofacial está preparado para ofrecer una evaluación integral y establecer un plan terapéutico adaptado a cada paciente.
Prevención y cuidado de las glándulas salivales
Mantener una buena higiene bucodental, una correcta hidratación y controlar enfermedades sistémicas son claves para evitar complicaciones en las glándulas salivales. Además, ante cualquier síntoma anómalo, es recomendable no automedicarse y acudir a una clínica especializada en Patología de las glándulas salivales.
¿Tienes la glándula parótida inflamada y no sabes qué hacer?
En Orthofacial, combinamos experiencia, tecnología y humanidad para tratar desde casos simples hasta patologías complejas de las glándulas salivales. Nuestro equipo de especialistas en Patología de las glándulas salivales te acompaña en todo el proceso, desde el diagnóstico hasta la recuperación total.
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